Aunque sea una variedad de esta planta, el cáñamo no debe confundirse con el cannabis, ya que contiene una cantidad muy reducida de THC (<0,2 %), que es el principio activo responsable de sus efectos psicotrópicos. Se trata de una planta con distintas aplicaciones en numerosos sectores pero de la que, sin embargo, no se sabe mucho pese a que se cultiva desde hace siglos. El ser humano la cultiva porque tiene numerosas propiedades beneficiosas desde el punto de vista nutricional y medioambiental, lo que la convierte en una materia prima muy apreciada. Las semillas de cáñamo se utilizan en alimentación y la fibra de esta planta, que es muy resistente, se emplea en la fabricación de carrocerías de vehículos. El cáñamo también está presente en la fabricación de papel, tejidos y fuegos artificiales, entre otros muchos productos.

Historia del Cáñamo

Antigüedad: El uso del cáñamo se remonta a miles de años. Se utilizaba en el antiguo Egipto y en China para hacer textiles, cuerdas y papel. Hay registros que sugieren su cultivo desde el 8000 a.C.

Uso Medicinal Tradicional: En la medicina tradicional china y en otras culturas, el cáñamo se usaba por sus propiedades terapéuticas. Se documentó su uso para aliviar el dolor, tratar trastornos digestivos y como sedante.

Prohibiciones y Estigmatización: En el siglo XX, el cáñamo enfrentó una significativa prohibición, especialmente en EE. UU., debido a la confusión con la marihuana y el aumento del estigma asociado al cannabis en general. Esto llevó a la Ley de Marihuana de 1937, que restringió su cultivo.

Renacimiento del Interés: La investigación sobre los cannabinoides, incluidos el CBD y el THC, resurgió a partir de la década de 1980. A medida que se comprendieron mejor sus propiedades, el interés médico y científico se intensificó.

Legalización: En la última década, ha habido un cambio en la percepción legal y social del cáñamo, con muchos países y estados legalizando su cultivo y productos derivados debido a sus aplicaciones industriales y medicinales.

Algunos Datos

·        El cáñamo contiene un 25 % de proteína, un 45 % de lípidos y un 28 % de fibras nutritivas.

·        El ácido fólico (vitamine B) (vitamina B) es crucial para la producción de glóbulos rojos sanos.

·        La tiamina (vitamina B) es fundamental para el correcto funcionamiento del corazón, los músculos y el sistema nervioso.

·        La riboflavina (vitamina B) es buena para la vista y la piel.

·        La vitamina B refuerza el sistema inmunitario.

·        El ácido estearidónico (SDA) es una fuente vegetal de ácidos grasos omega 3 saludables.